Acapulco se convirtió en Sodoma y Gomorra durante el Acamoto, reprochan diputados de Guerrero
• Diputados del MORENA, MC, PRI y PVEM cuestionan los excesos registrados durante dicha actividad
• De risa, califican la actitud de la autoridad municipal durante los días de descontrol
• ¿Vale la pena esa derrama económica? Custionan en tribuna
• “Es un turismo depredador”, dicen a los participantes del festival
SNI
En la tribuna del Congreso local, diputados de diferentes fuerzas políticas reprocharon que el Acamoto convierta al puerto de Acapulco en “Sodoma y Gomorra”, por el consumo de alcohol y drogas, además de los actos de pandillerismo que superan ampliamente la capacidad de reacción de las autoridades, particularmente del municipio.
El coordinador del Grupo Parlamentario del PVEM, Alejandro Carabias Icaza fue el primer representante popular que utilizó la tribuna del Poder Legislativo para reprochar lo sucedido en el puerto de Acapulco durante los días del Acamoto.
Carabias Icaza habló sobre los años de gloria del puerto de Acapulco durante la década de los 50s, cuando se convirtió en el destino preferido por magnates, empresarios y políticos de renombre a nivel internacional.
Recordó que durante los 80s el puerto tenía las más prestigiosa cadenas hoteleras y durante esa década se generó un fuerte desarrollo inmobiliario, pues hubo mucha gente que decidió construir casas para pasar más tiempo y en no pocos casos decidieron quedarse a vivir.
“Hubo durante mucho tiempo desarrollo y bonanza en Acapulco, pues las actividades más modestas permitieron generar patrimonios familiares, ya que había condiciones de emprendimiento real y de progreso, no de supervivencia, como ocurre actualmente, ese
es el Acapulco que se añora”, destacó.
En la relatoría expuesta ante el Congreso, el diputado Carabias puso como inicio del deterioro para el puerto la mitad de la década de los ochentas, cuando “se fue convirtiendo en un destino sucio, desordenado, con infraestructura avejentada”.
A partir de 2005, indicó que llegó para instalarse la violencia extrema, la cual lleva ya 20 años manifestándose de manera imparable, de tal suerte que en estos momentos, los empresarios grandes y pequeños apenas obtienen ingresos que les permiten subsistir.
A pocos días de culminado el Acamoto, con todo lo vivido en la ciudad, el diputado del PVEM dejó algunos cuestionamientos en el aire: ¿Que tipo de segmentos y perfiles turístico queremos buscar? Cuäl es la oferta que debemos presentar? ¿El Acamoto es o no compatible con el esfuerzo de reposicionar Acapulco? ¿Recibir la derrama de un fin de semana justifica los agravios qué se reciben a la sociedad y las autoridades?
Fue como Sodoma y Gomorra
El morenista Joaquín Badillo Escamilla sostuvo que durante los días del Acamoto se observaron “actos impúdicos, excesivo consumo y venta de drogas”.
Reprochó que a los organizadores y participantes se les olvidara que los porteños tienen familia, vida económica activa y laboral, de tal suerte que se quedaron a merced de los excesos.
Aseguró: “Cada llegan a hacer más destrozos y actos fuera de la ley, en ese evento se ha detenido a líderes del cartel de la Unión Tepito, se aseguraron unidades robadas, motos clonadas, convirtieron Acapulco en Sodoma y Gomorra”.
Incluso, dijo que el principal destino de playa de Guerrero parecía escenario de la película “La Purga”, en la que durante una noche, la gente puede hacer lo que quiera en un marco de total impunidad.
Recordó el saldo de ocho personas muertas, de las que una fue una señora que salió a comprar y “fue atropellada por un motociclista drogado”.
También dejó una interrogante en el aire: ¿Cuánto cuesta la vida de una acapulqueña? ¿2 mil 500 pesos por persona?
En el cierre expuso: “Los que vienen al Acamoto llegan para hacer lo que en sus casas no les permiten, convierten nuestras avenidas en un basurero gigante, no puede hacer nada, pues te pueden golpear o hasta matar en el Acamoto”.
La alcaldesa de Acapulco, el hazmerreir
A nombre del PRI intervino la diputada Pilat Vadillo Ruiz, quien describió los excesos de tal manera, que los participantes “llegaron a bailar el jarabe tapatío en vehículos particulares y hasta en las patrullas de la policía local”.
Ella aprovechó la ocasión para lanzarse en contra de la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, quien dijo, en estos momentos está organizando una marcha de carácter político en lugar de organizar a su gobierno.
Ironizó: “La autoridad de Acapulco es el hazmerreir, con la alcaldesa no se sabe que es peor; si los de los 20 mil pesos que llegó a pagar para lograr un juicio abreviado, o la declaración de que la calor pone violentas a las personas”.
Dijo que el trabajo de la primer edil porteña se puede describir como intermitente, por las constantes ausencias, motivada “por su notable deseo de ser candidato a la gubernatura, por eso se desplaza hacia otros municipios, menos al que gobierna”.
Dijo que los porteños tienen alcaldesa de nombre, pero no de hechos.
Ante lo que pasó durante el Acamoto, dijo que la presidenta municipal lo que hizo fue “llevársela de muertito”.
Fue un turismo depredador
La diputada por Movimiento Ciudadano (MC), Erika Lurhs Cortés describió a los participantes del Acamoto como un “turismo depredador”, entre otras cosas, porque las actividades que se desarrollaron sacrificaron la calidad de vida del poblador local.
“Con el Acamoto Acapulco se abarata”, enfatizó.
Aunque el municipio de Acapulco ha señalado que no existe una convocatoria institucional para dicho evento, la diputada Lursh Cortés sostuvo que se tienen identificadas por lo menos a seis personas, que varios meses antes de mayo comienzan a difundir las invitaciones.
Insistió en la necesidad de regular la actividad, pues cada mes de mayo, desde hace varios años Acapulco se convierte en un destino turístico vergonzoso, lo que ya no se debe permitir.
Share this content:
Publicar comentario