Yoshio Ávila generación política de la simulación y la traición
Enfoque
Carlos Díaz Figueroa
Hay seudos actores de la nueva generación que le gusta escupir hacia arriba en la hipocresía y la deslealtad a los principios y valores ideológicos, sin alcanzar un sentido de pertenencia en el agradecimiento a quienes los rescatan de la basura política.
Es el caso propio de un aprendiz que ni en su colonia gana votos y que mejor evidencia de la actitud ingrata de Yoshio Ávila con Movimiento Ciudadano quien lo rescató y lo convirtió en el candidato a la presidencia de Acapulco.
La lectura de tal descontento del joven que aún no conoce el fondo de la política obedece a ciertas impotencias de frustración por la falta de liderazgo desde su orígen y que ni en su propia casilla del domicilio alcanzó una votación digna y representativa.
Yoshio es un cuadro producto de la improvisación y que de forma ingrata descalifica y señala actores de mayor trayectoria política que lo único que intentaron es rescatarlo, en donde no era opcional de crecer como representante popular.
Las evidencias de frustración están en los votos que obtuvo en las casillas instaladas, en el que supuestamente tenía un trabajo de presencia y de representación sobre el terreno, cuyos resultados electorales fueron de verguenza.
A Yoshio Ávila se le olvido o perdió la memoria en que circunstancias llega a MC en un momento de apertura de puertas abiertas en el partido, de lo que no se dudo en liberarlo y tratar que obtuviera un crecimiento a lado de los grandes políticos.
De lo que aún carece es de no entender y aceptar que en política lo primero es demostrar en los hechos y no convertir sus debilidades entre la confusión y emociones políticas encontradas en un entorno de traición y simulación.
Entre la beligerancia, Yoshio asegura que no busca cargos, pero recorre colonias, incluso aparece en fotografías con líderes nacionales de otros partidos, específicamente de Morena, es decir un cuadro que no coincide en congruencia.
Lo cierto y evidente es que el ex candidato de MC por la alcaldía de Acapulco está ausente y por lo mismo equivocado por la falta de juicio y cordura, lo que tal actitud llena de egocentrismo y soberbia lo tiene al margen de cualquier aspiración.
En el mes de la patria, debería recordar a Morelos que una de sus características fue que su grandeza la sustentó en humildad y no en la vanidad y el orgullo en la ingratitud y la deslealtad con quienes lo rescataron de la basura política
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