Ante la suspensión de recursos de Sembrando Vida, pueblos de la Sierra reconocen que volvieron a sembrar amapola
• 66 comisarios de San Miguel Totolapan y Heliodoro Castillo advierten que no van a permitir que les destruyan sus plantíos
• Aseguran que lo hacen para subsistir, pues Sembrando Vida representaba la oportunidad de mejorar sus precarias condiciones
Interacción
Ante la suspensión de recursos del programa “Sembrando Vida”, comisarios de la Sierra de Heliodoro Castillo y San Miguel Totolapan reconocieron que han retomado la siembra de amapola como una actividad que les permita subsistir, por eso advirtieron que no van a permitir que el personal del Ejército suba a sus territorios para destruir sus plantíos.
En un comunicado emitido la tarde del viernes 5 de diciembre, comisarios de 66 localidades de San Miguel Totolapan y Heliodoro Castillo informaron desde hace varios meses dejaron de recibir los recursos correspondientes al programa Sembrando Vida, dependiente del Gobierno de la República.
“En nuestra mayoría, nosotros dejamos de sembrar amapola para apostar a ese proyecto porque cambiaría el futuro de nuestros pueblos”, señalaron el comunicado dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en la víspera de la marcha por los siete años de la instalación en el Poder de la Cuarta Transformación.
Pero luego señalan: “Hoy, ante la necesidad, cientos de campesinos han regresado a la siembra porque no nos queda otra alternativa de sobrevivencia”.
Refieren que el miércoles 3 de diciembre, autoridades de 66 pueblos de la Sierra se reunieron en la comunidad de Lindavista, municipio de San Miguel Totolapan.
Ahí acordaron no dejar que el Ejército Mexicano entre a sus terrenos para cortar las plantas del enervante.
Dicha actitud, dijeron que prevalecerá hasta que haya una respuesta y atención al planteamiento de las comunidades.
Destacó que con los gobiernos pasados, para hacerse notar retuvieron al personal del Ejército Mexicano.
Además, dijeron que se han armado para defenderse de la delincuencia organizada, con la precisión de que las comunidades de la sierra están habitadas por hombres y mujeres de paz.
Los comisarios plantean: “En la zona los pobladores están desesperados, no llegan maestros, doctores y los caminos están destruidos, se le debe dinero a los módulos que están abriendo los caminos y por no pagarle ya no se están trabajando”.
Refieren que como pueblos de la Sierra muchas veces no queda más alternativa que tomar las carreteras y protestar, porque no encuentran otra alternativa para hacerse escuchar.
Reprochan: “Su delegado del Bienestar, Iván Hernández, no nos atiende y tampoco nos contesta, al contrario; se casa y hace fiesta en medio de la tempestad”.
Cierran con una justificación de las protestas y las decisiones adoptadas, porque admiten que no les queda otra alternativa para llamar la atención de las autoridades.
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