La soberbia, la manzana prohibida de los partidos.

“La estupidez puede existir sin la soberbia, pero la soberbia no puede existir sin la estupidez”. León Tolstói.

A lo largo de la historia se ha demostrado que la peor consejera de una persona o de una asociación política es la soberbia, cuya cualidad a todos marea, ya sea una persona preparada o una persona con falta de nivel académico.

¿Pero por qué? Una posible respuesta puede ser que, a lo largo del caminar para encontrar el éxito deseado, te encuentres con algún tipo de maltrato ya sea por parte de tu superior o por algún compañero; acto que te genera coraje y resentimiento, convirtiéndote muy probablemente en una persona que repita el mismo comportamiento y dé el mismo trato que recibiste a lo largo de tu búsqueda del éxito, y así abrir el paso a la soberbia.

Este tipo de casos se da mucho en la función pública. Algunos expertos suelen llamarlo el cáncer de la política, porque una persona con un alto grado de resentimiento y con un alto nivel de soberbia siempre llevará a la caída de un partido político. El líder político se va a creer superior a los demás y pensará que nunca ocupará la ayuda de los demás. Hay que recordar que la soberbia es un sentimiento de valoración de uno mismo por encima de los demás, llevando a presumir las propias ideas o cualidades y menospreciando las ajenas.

La soberbia en la clase política siempre se ha manifestado; la mayoría de los políticos caen en ese amor mal enfocado, caen en la trampa de creer que su posición les otorga superioridad innata sobre los demás, acto que les genera salirse de la realidad cotidiana y, sobre todo, de la ciudadanía que les dio el triunfo. Y qué decir de las personas que no comparten su ideología: las nombran enemigos del pueblo.

El exceso de confianza que suelen mostrar los lleva a rechazar el diálogo constructivo y a tomar decisiones sin medir o considerar las consecuencias que puedan afectar a la población.

Es muy triste ver que el partido en el poder, quienes recibieron el apoyo de más de 35 millones de mexicanos en estas elecciones pasadas y que están en una posición de construir y cambiar esas formas o viejas prácticas, estén muy mareados con el sentimiento de soberbia, sinónimo de cáncer en la clase política.

El claro ejemplo se dio en Guerrero, y se está dando ahí, en ese bello estado, hace un par de semanas, en una gira por parte de la suprema ejecutiva del país en la región de la Costa Chica, donde rechazó un presente que era un acto de agradecimiento por parte del exgobernador Ángel Aguirre por visitar su tierra: un huipil que mostraba el amor de las artesanas, sus ilusiones y agradecimientos. Se dio a través del conducto del exgobernador porque es el político que más ha ayudado a esa región, tanto con apoyo económico, con infraestructura carretera y con la exhibición de sus trabajos fuera del estado. Esta situación descortés y con un gran nivel de soberbia mostrada generó mucha molestia en el estado y en todo el país.

En el estado suriano hay un sentimiento de impotencia y coraje hacia el partido en el poder. Hay que recordar que Guerrero no tuvo una buena participación en las elecciones del poder judicial promovidas por los guindas. Ahora, el maltrato mostrado hacia algunos ciudadanos, líderes o funcionarios al interior va a ser muy determinante para los siguientes procesos.

Por ejemplo, la ejecutiva de Acapulco ayer mostró músculo político y recalcó que la tigresa está preparada para todo lo que pueda venir y que llegará hasta el último suspiro de su proyecto político. Entre líneas se puede observar que puede haber un rompimiento con su partido y que está valorando otras opciones partidistas.

Este posible rompimiento puede generar un descontrol grave al partido en el poder de Guerrero, porque no hay que olvidar que quien gana Acapulco es muy probable que gane el estado. Ahora, si el líder político de los Aguirristas toma la decisión de no apoyar al partido guinda y hace un llamado fuerte de unión con los partidos opositores —cabe mencionar que tiene una excelente relación con sus líderes locales y también tiene buena interlocución con la base de los ciudadanos maltratados al interior del partido en el poder y resentidos—, este posible rompimiento y un posible llamado de unión de fuerzas de los partidos políticos puede generar un gran dolor de cabeza al partido guinda, quienes hasta en estos momentos pecan de seguridad. Con el posible rompimiento del Partido Verde o el PT, Guerrero puede dar la primera sorpresa en las siguientes elecciones y puede haber un cambio de partido en el poder.