Ovidio Guzmán, pieza clave para Estados Unidos; su cooperación podría evitarle la cadena perpetua
Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, podría convertirse en uno de los testigos más valiosos del Gobierno de Estados Unidos. Su destino legal ahora depende de su disposición a colaborar de forma plena con las autoridades norteamericanas.
Este jueves, Guzmán se declaró culpable ante una jueza federal en Chicago de dos cargos por dirigir una organización criminal. Estos delitos, según la Fiscalía, ameritarían una sentencia de cadena perpetua. Sin embargo, como parte de un acuerdo con el Gobierno estadounidense, aceptó entregar bienes valorados en 80 millones de dólares y colaborar activamente en investigaciones y procesos judiciales en distintos distritos del país.
El pacto firmado por Guzmán estipula que su sentencia quedará pendiente mientras demuestre una cooperación total. El documento establece que el acusado deberá proporcionar información detallada y veraz, así como testificar cuando se le solicite, ya sea en juicios penales, procedimientos civiles o investigaciones administrativas, incluyendo aquellas dirigidas por las fiscalías de Illinois, Nueva York y California.
A pesar de este acuerdo, la Fiscalía advierte que no puede garantizar que la cadena perpetua sea descartada por completo. La jueza tiene la facultad de imponer esa pena, incluso si el Ministerio Público recomienda una sanción menor. En cualquier caso, la pena mínima por encabezar una organización criminal es de 20 años de prisión.
Con esta declaración, Ovidio se convierte en el primer integrante de su familia en admitir culpabilidad ante una corte federal en Estados Unidos. La resolución surge tras meses de negociaciones legales que consolidaron en un solo expediente los cargos presentados en su contra tanto en Chicago como en Nueva York.
De los 15 cargos iniciales, Guzmán aceptó responsabilidad por cuatro, incluyendo dos relacionados con el tráfico de drogas —fentanilo, cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana— desde al menos 2008. También reconoció su papel directivo dentro del Cártel de Sinaloa, junto a sus hermanos y bajo la sombra de figuras como Ismael «El Mayo» Zambada.
Los cargos más severos, sin embargo, están ligados a su participación en una estructura criminal desde 2012, año en que tenía apenas 22 años. En el expediente se detalla que entre 2018 y 2021, el grupo liderado por los Guzmán habría ordenado el asesinato de al menos tres rivales.
Asimismo, se hace mención de los dos operativos de alto impacto en Culiacán: el primero en 2019, cuando fue liberado por orden presidencial tras su captura, y el segundo en 2023, cuando finalmente fue detenido y posteriormente extraditado. Debido a que México prohíbe la pena de muerte para extraditados, esta sanción no será contemplada en su caso.
Share this content:
Publicar comentario