Con miedo e incertidumbre, viven habitantes de Chautipan, en la Sierra de Chilpancingo
— Tras la desaparición y posterior asesinato de 11 de sus habitantes
— Aún faltan por localizar 6, señala presidente del Consejo Interreligioso
Rogelio Agustín
Cinco meses después de la desaparición y el asesinato de 11 de sus vecinos, los habitantes de Chautipan, viven en condiciones de miedo e incertidumbre.
Baltasar Vega Ramos, presidente del Conseo Interreligioso y párroco en dicha localidad, ubicada en la Sierra de Guerrero, aseguró que los pobladores viven con miedo de nuevos ataques en contra de sus vecinos, que deben salir a trabajar para ganarse la vida.
También enfrentan la incertidumbre de no saber que ha pasado con seis vendedores de trastes de los que se desconoce su paradero desde el mes de octubre de 2024, entre ellos un menor de edad.
“Hemos tratado de ayudarles nosotros, hemos llevado a un psicólogo, a un trabajador social, hemos realizado un retiro espiritual, y yo voy a platicar con las familias muy periódicamente”, informó el sacerdote Vega Ramos.
Cuestionado sobre si después de que las autoridades estatales acudieron a llevar apoyos a los habitantes de Chautipan tras el hallazgo de cuerpos, se han vuelto a acercar para llevar alguna ayuda extra, dijo que, que apenas el mes pasado les llevaron despensas y juguetes a los niños, pero sostiene que falta más.
“Hasta ahorita no, hasta ahorita nosotros somos los que hemos llevado ese tipo de ayuda”, dijo Vega Ramos, quien insistió en que la iglesia católica ha estado pendiente de ayudar a los habitantes de esta comunidad ubicada en la sierra de Chilpancingo.
Comentó que a pesar de la situación de inseguridad y violencia que se ha acrecentado en las últimas semanas en Chilpancingo, no han tenido problemas para realizar su trabajo eclesiástico en esa zona, “por lo regular el trabajo es a nivel personal y confidencial así trabaja uno como sacerdote».
En su caso, aseguró que goza de “respeto” de los habitantes de Chautipan, razón por la cual no ha tenido problemas para realizar su tarea en las comunidades, “yo gozo en esas comunidades de atenciones, de respeto y atención porque yo voy a trabajar lo mío, voy a trabajar a nivel espiritual, moral, ese es mi trabajo y es lo que llevo a cabo”.
Dijo que el único obstáculo al que se enfrentan para llevar el mensaje de paz, son las distancias, porque implica riesgo, “es lo que nos causa mayor situación, la distancia, en lo demás hay libertad para poder trabajar”.
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